Además de la agricultura, la ganadería y los aprovechamientos forestales, la dehesa ofrece otras muchas posibilidades de uso que suponen grandes ingresos para la economía rural.
La caza es una actividad muy extendida que contribuye a aumentar, de manera importante, la economía de la población rural.
La dehesa se ha convertido en un lugar de reclamo para la práctica del turismo de naturaleza y gastronómico. Son muchos los turistas que acuden a estos lugares para la práctica de deportes y actividades en el medio ambiente: como el cicloturismo o el senderismo, la pesca, la fotografía de naturaleza, la observación de aves…
Todo esto la convierte en el sitio ideal para muchas personas que buscan un estilo diferente, para sentir y disfrutar su tiempo de ocio.