El sector de la carne de caza ha experimentado en los últimos años un crecimiento muy importante. Y si a esto se une que Extremadura es la 4ª comunidad autónoma española con más superficie forestal, susceptible de ser aprovechada cinegéticamente, y el enorme potencial del medio para el desarrollo de especies de flora y fauna silvestres y de especies cinegéticas, esto supone un sector con un potencial económico realmente importante.
Otros factores que han favorecido este crecimiento son la gran tradición cultural de esta actividad en Extremadura, el aumento del tiempo de ocio por la estructuración laboral, el incremento de las rentas familiares disponibles, la mejoría en los desplazamientos por el desarrollo de los transportes, el abandono de las explotaciones agrícolas y la posibilidad de obtener una renta complementaria a la renta agraria aprovechando la caza.
Los mercados exteriores son la principal salida para los productos de carne de caza que se producen en Extremadura y en España.
El sector agroindustrial de la carne de caza agrupa a productores (asociaciones de propietarios de cotos y la Real Federación Española de Caza), transformadores y comerciantes (salas de despiece y tratamiento de carne de caza e industrias cárnicas).
La normativa sanitaria que regula la comercialización de carne de caza se basa principalmente en los dos reglamentos siguientes: