El corcho


El corcho es la corteza del alcornoque. Está formado por células muertas y su función es proteger las partes vivas del tronco y las ramas. El corcho se extrae porque tiene numerosas aplicaciones industriales, tales como accesorios para automóviles y aeronáutica, en la industria química y farmacéutica, en la del calzado, aislante térmico y acústico en construcción, etc. Entre todas estas, destaca la fabricación de tapones a partir de corcho en plancha o aglomerado.

A medida que el árbol se va desarrollando, el corcho, formada a base de capas anuales, aumenta su espesor proporcionalmente al crecimiento del tronco o rama en la que se origina, pudiendo llegar a 25 cm en alcornoques que nunca han sido descorchados. La primera capa o corcho virgen se llama bornizo y el árbol, una vez desbornizado, produce con cada saca sucesiva un corcho mejor y más valioso. Según la legislación vigente, el tiempo mínimo que debe transcurrir entre dos descorches consecutivos es de nueve años.

En la pana de corcho se pueden distinguir la espalda y el vientre o barriga. La espalda es la parte que está en contacto con el aire antes de la saca y en ella se encuentra una zona leñosa, dura, oscura y frágil que se denomina raspa. El vientre o barriga es la parte que antes de la saca está en contacto con los tejidos vivos del árbol.