El carbón vegetal es un producto sólido, frágil y poroso con un alto contenido en carbono, del orden del 80 %. Se produce por calentamiento de materiales carbonosos como la madera, a temperaturas de 400 a 600º C y en ausencia de aire. La producción de carbón vegetal es una actividad realizada tradicionalmente en la dehesa extremeña a partir de los productos originados en la poda, tala y entresaca.
El carbón vegetal producido en Extremadura se exporta, principalmente a países de la CEE, o se destina al mercado nacional para usos domésticos, fundamentalmente en cocinas (restaurantes) y barbacoas.
Por otra parte, también sirve para producir carbón activo, que se utiliza principalmente para potabilizar aguas superficiales con alto contenido de materia orgánica y en tratamientos de aguas residuales con colores intensos y con altas cantidades de aceites y grasas. El carbón activo es un carbón amorfo que se presenta pulverizado, granulado o en forma de pastillas y se caracteriza por tener una gran área superficial de 500 a 1.500 m2/g, a causa de la presencia de numerosos poros finos. Es capaz de adsorber gases, líquidos o sustancias disueltas sobre la superficie de los poros de manera selectiva, favoreciendo a las sustancias no polares sobre las polares. Comparado con otros adsorbentes tiene un amplio espectro de actividad, excelente estabilidad física y química, y facilidad de producción a partir de casi cualquier materia prima carbonosa.
Para la quema de carboneras debe realizarse la solicitud previa (Trámite: Solicitud para la quema de carboneras).