Madera y leña


La madera de encina es compacta, dura, pesada, de color marrón claro o pardo rojiza.  Se usa para construcción en forma de postes y pilotes, para ejes de ruedas de carros, para aperos de labranza y, por su gran resistencia a la putrefacción, en construcciones hidráulicas y en piezas pequeñas para barcos.

La madera de alcornoque es pardo-rojiza, muy dura y pesada, con radios anchos y marcados,  irregular y de fácil agrietamiento en el secado. Se emplea para hacer herramientas, pequeñas embarcaciones, carretería, parqués, etc.

Tanto la madera de encina como la de alcornoque proporcionan leña de excelente calidad, que procede de las podas que se realizan para promover la formación del árbol y la fructificación. Se suelen establecer dos categorías diamétricas para la leña: leña fina, entre 2 y 7 cm, y leña gruesa, con diámetro superior. Las hojas y ramillas de diámetro inferior a 2 cm también se utilizaban tradicionalmente como combustible, aunque cada vez se utilizan menos por la baja rentabilidad de su transporte y su utilidad como ramón.

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